¿Vivir con una familia? ¿O mejor en una residencia?
Aprender idiomas en el extranjero, además de ser una forma genial para mejorar nuestra capacidad intelectual, es también una forma abrir nuestra mente al mundo y de conocer nuevas culturas, mientras se hacen amigos de cualquier punto del planeta o se sumerge en un entorno más local y similiar.
A menudo, cuando los jóvenes estudiantes viajan al extranjero con la intención de mejorar sus habilidades lingüísticas, suelen tener dudas de qué opción será mejor, si ir con una familia o mejor alojarse en una residencia. Quieren saber cómo podrían aprender más o dónde se sentirán más cómodos. A continuación os mostraremos cuáles son las ventajas que existen en cada una de las opciones e intentaremos que tomar esta decisión sea mucho más sencillo.
Vivir con una familia de acogida
Si te consideras una persona adaptable, independiente y con ganas de familiarizarte con otra cultura, quizás esta pueda ser tu opción favorita.
Una de las principales ventajas de vivir con una familia es que podrás aprender de tus anfitriones cómo se vive realmente en el país al que viajas. Además tendrás la oportunidad de vivir experiencias individuales, separado del grupo con el que viajas, utilizando el transporte público y estando en contacto con gente local con quien tendrás la oportunidad de entablar conversaciones y practicar el idioma.
La comida puede llegar a variar entre una familia de acogida y otra pero, ¿qué mejor forma de sumergirse en la cultura de un país que probando sus mejores platos caseros?
VIVIR EN UNA RESIDENCIA
Sin embargo, si lo que buscas es hacer amigos y mezclarte con otras culturas, alojarte en una residencia o resort estudiantil puede ser la opción que mejor vaya contigo.
Generalmente las residencias están situadas cerca (¡andando!) de las escuelas donde se realizan las actividades. El constante contacto con gente de tu edad te hará disfrutar de esta experiencia, ya que no te encontrarás solo en ningún momento y tendrás la posibilidad de hacer nuevos amigos de otros países, ya que en las residencias siempre hay estudiantes internacionales.
En cuanto a la comida, esta se adapta a los gustos de los estudiantes internacionales. Con lo cual siempre habrá cosas que te gusten y será más fácil si tienes alguna restricción alimenticia.
Como puedes ver, son varias las posibilidades que nos pueden ayudar a tomar una u otra decisión, todo depende de lo que estés buscando y lo que es lo que más te guste.
Una vez hayas completado tu viaje y estés de vuelta a casa, no te olvides de seguir nuestros consejos para retener lo aprendido de un idioma más allá de lo que puede durar tu bronceado. ¡Continúa aprendiendo y mejorando tus habilidades lingüísticas el resto del año!