5 tipos de individuos que te encontrarás en un avión (y cómo arreglártelas con ellos)
Dicen que lo más importante es el viaje, no el destino, pero cualquiera que haya hecho alguna vez un viaje largo en avión podría poner reparos a ese dicho. Niños gritando en los estrechos pasillos, pasajeros torpes dispuestos a derramar su zumo de tomate en tu regazo ante el más mínimo indicio de turbulencia… Digamos que la experiencia puede ser algo complicada.
Con el fin de prepararte para cualquier cosa (o persona) que te depare tu próximo viaje en avión, hemos elaborado esta lista con los 5 tipos de personas que te encontrarás en un avión, y lo que debes hacer para arreglártelas con ellos.
El ladrón de reposabrazos
A veces empiezan de forma sutil, poniendo parte del codo en el reposabrazos que tú ya habías reclamado como tuyo antes de que se sentase a tu lado. Poco a poco se adentrarán en lo que sin duda es tu territorio. Si en algún momento retiras tu brazo, ya sea para buscar algo en tu gigantesca bolsa de viaje o para pedir un aperitivo al auxiliar de vuelo, consumarán el ataque y te dejarán sin reposabrazos.
Cómo arreglártelas con ellos: Cada pasajero debe poder usar al menos un reposabrazos, es una ley no escrita. Así que, si estás en el asiento del medio y te han robado los dos, no tendrás más remedio que declarar la guerra. Bueno, o al menos decir algo de forma educada pero con firmeza. ¡Es el momento de ganar terreno y reclamar para ti al menos un reposabrazos!
El hablador
Te has sentado en tu asiento, con un libro a mano y preparado para disfrutar de un relajante vuelo leyendo y viendo películas. El hablador, sin embargo, tiene otros planes. Al principio das por hecho que es solo una breve charla de cortesía que acabará transformándose en un cómodo silencio que te permitirá volver a relajarte. No. Al poco tiempo ya sabes cuál es su rutina de cuidado de la piel, su sándwich favorito y los nombres de sus once primos.
Cómo arreglártelas con ellos: A algunas personas les gusta hablar durante todo el vuelo. Pero otras prefieren ver una película. Si perteneces a este último grupo, puedes decir amablemente «Lamento interrumpir, pero hace tiempo que quiero leer este libro/ver esta película», y seguir con lo que estabas haciendo. Si eso te parece demasiado directo, discúlpate para ir al baño y, cuando vuelvas, sonríe brevemente y ponte inmediatamente los auriculares. Si nada de eso funciona, finge que estás durmiendo. Resultará más creíble si disimulas unos cuantos ronquidos.
El miedica
Puedes distinguirlos a un kilómetro de distancia. Impertérritos, mirando al frente y agarrados firmemente al asiento; les aterroriza volar y todo lo que ello implica. Cualquier turbulencia repentina o ruido extraño en el avión y empezarán a mirar a su alrededor para saber si alguien más ha entrado en pánico y si deben empezar a sacar el chaleco salvavidas de debajo del asiento.
Cómo arreglártelas con ellos: Por mi propia experiencia con el miedo a volar, puedo decir que el mejor plan de acción es dejarlo estar. Si ves que alguien está particularmente angustiado, puedes preguntarle si se encuentra bien. Pero, aparte de eso, lo mejor es que dejes que pasen el vuelo de la manera que prefieran. A algunos pasajeros les viene bien charlar para superar la ansiedad, pero es mejor no forzar la conversación si ves que están tratando de concentrarse en su respiración o prefieren distraerse con música o una película.
El hombre de negocios
Está acostumbrado a volar y parece tan serio como su traje, sin una arruga. Está algo molesto por la estrechez, de hecho, no entiende muy bien cómo ha acabado viajando en clase económica, y siente cierto desprecio y perplejidad por los pasajeros que van vestidos con un chándal.
Cómo arreglártelas con ellos: En 9 de cada 10 casos, coexistiréis en un agradable silencio. Probablemente se pasarán todo el vuelo al ordenador o al teléfono, escribiendo importantísimos correos electrónicos. No dejes de maravillarte con su expresión de horror cuando ven la comida gratuita del avión, y pide tu ración extra si tienes mucha hambre.
El «cariñoso»
En un marcado contraste con los modales del hombre de negocios, el «cariñoso» se quedará dormido e invadirá rápidamente tu espacio personal. Apoyará su cabeza en tu hombro o inclinará hacia ti todo el cuerpo mientras te preguntas si recuperarás la libertad alguna vez o tendrás que vivir en ese avión el resto de tu vida.
Cómo arreglártelas con ellos: Doy por hecho que no te gusta nada que se pegue a ti un desconocido, así que el objetivo principal es librarte de él. En la mayoría de los casos, lo más apropiado es darle un suave empujón para que vuelva a su asiento. Un lento y suave empujón en la dirección de la que ha venido, y recuperarás tu libertad física.