Por qué tomarte una excedencia no remunerada puede ser lo mejor que hayas hecho en tu vida
Reducir el ritmo puede ser muy difícil. Pero cualquiera que lleve años trabajando sabe que eso es justamente una de las mejores cosas que se pueden hacer. Después de todo, aparte del tiempo de vacaciones asignado, la decisión de tomarse una excedencia no remunerada es una elección consciente y adulta. Aquí te contamos por qué coger una excedencia laboral es una gran decisión, independientemente de en qué momento de tu carrera te encuentres, y qué debes esperar si decides dar el paso.
¿Un capricho? No
Si te preguntas por qué hacer una excedencia laboral…libérate de la idea de que tomarse un tiempo libre es un «capriceho». El hecho de darse cuenta de que se necesita tiempo libre para aclarar la mente, reajustarse o simplemente aprender una nueva habilidad, es un importante signo de salud emocional, algo que cualquier jefe debería querer en sus empleados. Piensa en ello, después de correr durante un largo periodo de tiempo, no te cuestionarías la necesidad de reposar. Por lo tanto ¿por qué crees que deberías seguir trabajando sin un descanso a la vista?
Mayor productividad
Contrariamente a lo que tu ocupado cerebro podría estar tratando de decir, tomarse un descanso del trabajo da como resultado una mayor productividad y un mejor estado de ánimo al regreso. La motivación, la creatividad y la flexibilidad menguan cuando nos sentimos «atrapados» en el trabajo, y el tiempo libre es el antídoto perfecto para esa desagradable sensación.
Reevalúa tus objetivos
Al tomarte un tiempo libre, es posible que descubras otras áreas u objetivos profesionales que te interesen más, ¡lo cual está bien! Es natural que reevaluemos nuestra trayectoria profesional. Este período de tiempo libre puede darte la energía que necesitas para optar a otro puesto en tu empresa, trabajar por cuenta propia, mejorar tus habilidades o cambiar de dirección por completo.
Alimenta tu creatividad
Todos tenemos otros intereses para los cuales es difícil encontrar tiempo fuera del horario laboral. Una excedencia no remunerada es perfecta para desarrollar proyectos personales, actividades, ideas y e intuiciones creativas. El tiempo que pases alejado de tu trabajo habitual te dará espacio para procesar las ideas que flotan en tu mente o llenan tus cuadernos. Y nunca se sabe a dónde te llevarán.
Aprende algo nuevo
¿Qué puede ser mejor que tomarse una excedencia no remunerada y regresar con una nueva serie de habilidades? Si siempre has querido aprender un nuevo idioma, o aprender a bailar, cocinar, montar a caballo, jardinería, Photoshop o escalada en roca, el período de excedencia es el momento perfecto para aprender. Como ventaja adicional, al abrir tu mente (ya sea a nuevas habilidades o a una dosis saludable de inactividad), también aumentará tu creatividad y tu flexibilidad.
Ponte en contacto
Contigo mismo, con tus amigos y familiares, con la naturaleza, con tus aficiones y con tus sueños para el futuro. Tómate tiempo para escribir un diario, pensar, soñar despierto, ponerte en contacto con orientadores, tener largas reuniones ante un café y conversaciones con amigos, y cocinar pausadamente con tu familia.
Ve al extranjero
¿Qué sentido tiene el tiempo libre si no se experimenta algo nuevo? Ya sea para combinar el placer de viajar con el aprendizaje o para conocer una nueva cultura, tu pasaporte y tu mente te agradecerán el descanso.
Organízate
Muchos de nosotros vemos por casa montones de tareas inconclusas: muebles que montar, nuevas recetas que cocinar, paredes que (re)pintar, jardines que plantar, cuadros que colgar… Pero después de un día en el trabajo nunca queremos pasar la tarde trabajando en esas tareas, ¿verdad? Pues no hay nada mejor que la sensación de calma interior que nos invade cuando terminamos esos trabajos.
Sé un ratón de biblioteca (o de podcasts)
¿Tienes una pila de libros junto a tu cama esperando a que los leas? Por supuesto que sí. Pero por mucho que lo intentemos, no hay suficiente tiempo en una semana normal para leer a fondo: detenidamente, deliciosamente, libro tras libro. El mismo principio puede aplicarse al deseo de ponerse al día con los podcasts que has marcado, pero para los que nunca has encontrado tiempo. Disfruta de horas de lectura o escucha ininterrumpida, acompañadas de tazas de té o café sin fin.
Recarga tu cuerpo y tu mente
Resulta que la capacidad de nuestro cerebro para autorregularse se agota a medida le pedimos más. En pocas palabras, si te exiges más constantemente, sin darte nada a cambio, en algún momento sufrirás un colapso. Si te tomas una excedencia, aunque no sea remunerada, tendrás tiempo para cuidar de tu salud, tanto la emocional como la física. Aprovecha ese tiempo para irte a dormir temprano, levantarte tarde, comer bien, ver a la gente o «no hacer» nada en absoluto.
Lejos de ser un capricho, la excedencia no remunerada te ofrece un tiempo que puedes aprovechar para invertir de forma inteligente en tu crecimiento personal y profesional. El equilibrio entre tu trabajo y tu vida personal, tu productividad, tu creatividad, tus amistades, tu autoestima e incluso tu carrera te lo agradecerán.