¿Cómo hablar inglés de forma fluida? - 10 Consejos para ti
En el mundo actual, cuanto mejor sea tu nivel de inglés, más podrás participar en todas las actividades globales: desde la cultura de Internet, que no conoce fronteras, hasta los negocios internacionales, que las sobrepasan.
Y aunque hablar inglés con fluidez puede abrirte nuevas puertas y ampliar tus horizontes, es importante recordar que la fluidez no consiste en la perfección. Se trata de sentirse a gusto con el idioma y ser capaz de expresar tu verdad con él.
He aquí cómo empezar a hablar inglés con más fluidez en diez pasos. Además, puedes realizar un curso de inglés en el extranjero para mejorarlo de forma mucho más rápida.
1. Utilizar frases hechas
Utilizar frases hechas es un sello distintivo de la fluidez y una señal de que entiendes y aprecias el lado más "poético" del idioma. El inglés es rico en modismos y a los hablantes nativos les encanta salpicar su discurso con estas coloridas expresiones.
¿Qué es una expresión idiomática? Un modismo es una frase que " retrata un panorama" en lugar de basarse en el significado literal de las palabras que lo componen. Por ejemplo, un angloparlante puede decir: "Break a Leg" (rómpete una pierna) a un amigo antes de un examen. No esperan literalmente que su amigo se rompa una pierna, es simplemente otra forma de decir "¡buena suerte!".
Empieza por dominar los 20 mejores modismos en inglés, luego pasa a una lista más extensa o céntrate en modismos específicos de la naturaleza, el cuerpo humano o la comida.
2. Utilizar los modismos adecuados
Una vez que domines los modismos más populares en inglés, recuerda que utilizar los correctos -uno en inglés británico en el Reino Unido o uno en inglés americano en EE.UU.- es lo que te diferenciará como hablante verdaderamente fluido del inglés.
Aunque muchos modismos son comunes independientemente del dialecto que hables, existen algunas diferencias importantes:
En inglés americano se dice "toot your own horn" (es decir, alabar tus propias habilidades o capacidades), mientras que en inglés británico se dice: "to blow your own trumpet".
En inglés americano, se dice: "to tear into someone" (atacar a alguien con palabras), mientras que en inglés británico se dice: "have a go at someone".
Para más información sobre las expresiones idiomáticas americanas y británicas, haz clic aquí.
3. Trabaja tus palabras
Para mejorar tu nivel de inglés, debes centrarte en ampliar tu vocabulario. Cuanto más rico y variado sea tu vocabulario, más fluido sonará.
Como el inglés tiene el vocabulario más extenso del mundo (aproximadamente 750.000 palabras, ¡y subiendo!), tienes un montón de palabras entre las que elegir. Esta es una parte apasionante de la fluidez, pero también puede dificultarla: tener fluidez no sólo significa conocer muchas palabras, sino saber exactamente cuándo utilizarlas.
Empieza por entrenarte para usar menos "muy" y "realmente" y, en su lugar, utiliza una palabra más precisa y sofisticada para transmitir lo que quieres. Por ejemplo:
En lugar de "mucha suerte" (good luck), diga "afortunado" (fortunate).
En lugar de "muy bueno" (very good), diga "excepcional" (exceptional).
En lugar de "muy interesante"(very interesting), di "intrigante"(intriguing)
Aquí puedes revisar un video que puede ayudarte.
4. Aprender por partes
Hablar nuestra lengua materna es más fácil porque nos basamos en frases en vez de buscar nuevas formas de juntar palabras cada vez que queremos expresar algo.
Los neurocientíficos han podido demostrar que desarrollar patrones cortos ayuda al cerebro a recuperar y utilizar nuevas palabras "en caliente".
Para ello, pon las palabras nuevas que has aprendido en frases que memorices enseguida. No solo es más efectivo como estrategia de memorización, sino que te ayudará a sonar más fluido con el tiempo.
5. Elige un dialecto (o no)
A la hora de adquirir fluidez, puede ser útil elegir un dialecto (acento + vocabulario o gramática específicos) que emular. Esto es importante si te relacionas con hablantes nativos todo el tiempo o si quieres "encajar" en tu país de destino.
Hay más de cien dialectos ingleses entre los que elegir: desde el inglés americano y el británico hasta el irlandés, el sudafricano y el kiwi (Nueva Zelanda), entre muchos otros.
Si le interesa "sonar americano", por ejemplo, podrías elegir un dialecto regional -los tejanos, después de todo, suenan muy diferente de los neoyorquinos-, pero también podría optar por aprender algo más "neutro", como un americano más genérico (éste suelen hablarlo los hablantes no nativos de inglés que han ido a un colegio internacional y han estado expuestos a una variedad de acentos ingleses durante un largo periodo de tiempo).
Pero recuerda: tampoco pasa nada si conservas tu acento extranjero (¡puede ser muy encantador!) y deshacerte de él no es una medida de lo fluido que eres.
Mientras tu acento sea leve, las investigaciones demuestran que podrás comunicarte con la misma credibilidad que alguien que suene más "nativo".
6. Conocer la cultura
La fluidez lingüística va de la mano de la fluidez cultural. La lengua está íntimamente ligada a la cultura y la fluidez viene marcada por la capacidad de hacer referencia en la conversación a elementos culturales como el argot, las expresiones idiomáticas, los programas populares, la música, el cine y la literatura.
Si tu objetivo es dominar el inglés británico, por ejemplo, asegúrate de pasar el mayor tiempo posible en Gran Bretaña (véase el último punto) y sumérgete en la cultura, el humor, los programas de televisión y la literatura británicos.
7. Dominar las expresiones idiomáticas
Ser capaz de utilizar el argot es otra de las señas de identidad de la fluidez.
Aunque gran parte del argot inglés de hoy en día es global y pasa de moda más rápido de lo que se tarda en murmurar "slang", otra parte es específica de, por ejemplo, el inglés australiano.
Empieza por conocer el argot local -el británico, por ejemplo- y familiarizarte con los últimos términos del argot inglés (global). También deberías asegurarte de que conoces las abreviaturas y palabras de argot más comunes utilizadas en Whatsapp y otras formas informales (escritas) del inglés. Algunas de ellas se utilizan incluso en el lenguaje hablado.
8. Tener un maratón de series
Una de las mejores formas de adquirir fluidez es pasarse horas en el sofá (o en la cama) viendo cosas. Sí, has leído bien: ¡ahora tienes una excusa para darte permiso de un maratón de tus series favoritas en Netflix!
Para hablar inglés con fluidez tienes que ver cómo lo utilizan los hablantes nativos en distintos contextos. Ver todo tipo de programas, desde realities hasta documentales, te ayudará a absorber vocabulario, argot, expresiones y acentos mientras te relajas.
Prueba poner los subtítulos en inglés para conectar lo que oyes con cómo se escribe la palabra o apágalos para centrarte únicamente en cómo suenan las cosas.
9. Imita a los demás
Hablar inglés con fluidez significa trabajar el acento y la pronunciación de forma activa y consciente. Una de las formas más eficaces de hacerlo es imitar cómo hablan los demás.
Elige a un famoso o a otros hablantes nativos que te gusten e intenta imitar cómo hablan, prestando especial atención a su ritmo y entonación.
Una forma de hacerlo es escuchar audiolibros de tus actores favoritos leyendo sus autobiografías (prueba con "Greenlights", de Matthew McConaughey, por ejemplo). Así los conocerás mejor y estarás expuesto a cómo hablan durante horas y horas. También puedes ver o escuchar entrevistas que hayan hecho en Youtube o para algún podcast.
10. Empápate
La verdadera fluidez sólo se consigue poniendo en práctica el idioma todos los días en distintos contextos, desde un café con un amigo hasta una presentación en la escuela.
La inmersión total -trabajar o estudiar en un país de habla inglesa- es un camino conocido hacia la fluidez porque garantiza que oigas y utilices el inglés desde que te levantas hasta que te duermes (¡puede que incluso empieces a soñar en inglés!). En esencia, pondrás en práctica los puntos 1-9 de forma natural y durante largos periodos de tiempo, lo que acelerará tu proceso de aprendizaje.
Para conseguir el máximo efecto -en términos de fluidez lingüística y cultural- considera la posibilidad de quedarte en un país de habla inglesa durante al menos unos meses, idealmente seis o más. Así tendrá tiempo suficiente para practicar y estará en el buen camino para hablar inglés con fluidez.