Gap Year después de Selectividad: la mejor opción para tu futuro.

La Selectividad es un momento decisivo en nuestras vidas, no sólo porque nos jugamos todo en unos exámenes, sino porque es el fin de una etapa y el inicio de otra. ¿Cómo vamos a decidir qué hacer con el resto de nuestras vidas cuando ni si quiera hemos tenido tiempo de vivirla? En el post de hoy, Roger de 22 años nos explica una alternativa post-bachillerato, hacer un Gap Year después de Selectividad.

Descubre por qué escoger esta opción es lo mejor que puedes hacer por ti, a través de su experiencia en Auckland, Nueva Zelanda.

EL MOMENTO EN QUE DECIDÍ HACER UN GAP YEAR DESPUÉS DE SELECTIVIDAD

«Conocí EF en una excursión de bachillerato en la que me llevaron a la típica feria para conocer todas tus opciones una vez terminas la Selectividad y saber qué hacer con tu futuro. Vi un stand de EF y me llamó mucho la atención la idea que me proponían; irme 6, 9 o 11 meses al extranjero y conocer a gente de todo el mundo, volver bilingüe y vivir una experiencia increíble… A mí siempre me ha gustado mucho viajar y, dado que no tenía 100% claro qué es lo que quería estudiar, me lo planteé seriamente por primera vez.

Yo en ese momento quería hacer educación pero, como he dicho, no estaba 100% convencido, por lo que en lugar de meterme en una carrera opté por hacer un GAP YEAR y hacer prácticas para ver si me gustaba o no. Fue ahí cuando me fui a Nueva Zelanda y descubrí que Educación no era lo mío, que lo mío era el Marketing y las Relaciones Públicas. Por lo que no fue para nada un año perdido, fue un año que me ayudó a encontrar qué quería hacer con mi futuro, a la vez que mejoré mi idioma y viví la mejor experiencia de mi vida. Por el contrario, si hubiese entrado en la carrera que no me convencía para dejarla un curso más tarde, sí que hubiese sido un año perdido.»

LAS CLASES Y MEJORA EN EL INGLÉS

«Como he dicho, yo hice un Gap Year de 6 meses en Nueva Zelanda. Una de las cosas que más me gustó de EF era el hecho que podías personalizar tu curso. De lunes a viernes teníamos, por un lado, las clases de inglés puras en las que trabajábamos todas las áreas: listening, writing, reading, speaking y, obviamente, gramática, de una forma muy dinámica y participativa. Y, por otro lado, estaban las optativas que escogías según tus intereses o campos de estudio que prefirieses, por lo que podías ir probando y descubriendo aquello que realmente te gusta. Todo esto lo complementé con las prácticas que realicé el último mes de mi estancia en Auckland.

En lo referente al nivel, yo empecé con un B2 —nivel de First Certificate—, pero sí que es verdad que necesitaba ampliar vocabulario, porque realmente hasta que no vives una experiencia así en la que tienes que usar el inglés día a día, tienes muy poco vocabulario y poca fluidez en el idioma. No sólo mejoré en eso, sino que acabé con un C2.1, prácticamente el nivel  más alto de todos, —casi el Proficiency level—.»

PRIMER DÍA

«El día que llegué fue un poco duro por el jet lag. Cuando llegué ahí era de noche y la verdad que me costó adaptarme. Pero al día siguiente, EF organizó una “Bienvenida” por lo que conocí a muchísima gente; incluso a aquellas personas con las que ya había estado hablado a través de la aplicación de MyEF. Después fuimos a dar una vuelta por la ciudad, nos hicieron un tour por la escuela y nos regalaron camisetas. Más adelante, nos ofrecieron la oportunidad de ser nosotros los guías de los nuevos estudiantes y estuvo muy guay porque al final, ese destino se acaba convirtiendo en tu hogar.

Entonces, el primer día sí que vas con un poco de miedo porque te encuentras solo, lejos de tu familia pero al final estás rodeado de gente de todo el mundo que está en la misma situación que tú.»

ESTANCIA EN FAMILIA

«En mi caso estuve en familia. En un barrio precioso. La familia muy simpática, sigo teniendo relación a día de hoy con ellos. Tenían un hijo y era como nuestro hermano pequeño. Estaba con más estudiantes extranjeros; evidentemente nadie de mi país y todos nos llevábamos muy bien entre todos.

La verdad que la familia nos daba mucha libertad y la comida que nos daban estaba riquísima. Tuvimos la suerte de que mi familia era india, por lo que pudimos probar tanto la comida típica neozelandesa como la comida india; doble experiencia cultural.»

MEJOR EF MOMENT

«Hacer skydiving —tirarte de un avión con paracaídas—, sin duda. Al estar en EF tienes descuentos en algunas actividades y yo aproveché. Al poder trabajar en Auckland, ahorré algo de dinero y me apunté a esta actividad. Iba con un monitor detrás pero me dejaban elegir si quería dar vueltas en el aire e incluso me dejó manejarlo un rato. La verdad que da mucha impresión en el momento en que te tienes que tirar al vacío del avión, pero fue brutal, la mejor experiencia.»

¿RECOMENDARÍAS HACER UN GAP YEAR DESPUÉS DE LA SELECTIVIDAD?

«Recomendaría hacer un Gap Year a todo el mundo —ya sea después de Selectividad o en otro momento—, porque un GAP YEAR te da una visión de lo que quieres hacer en un futuro. Te conoces a ti mismo, haces amigos de todas las partes del mundo, puedes llegar a encontrar pareja —a mí me pasó—y las vivencias que pasas son únicas. Te da una experiencia de vida increíble que te hace cambiar la forma de ver el mundo.

Para mí hay dos franjas de edad clave para hacerlo, aunque puedes hacerlo cuando tú quieras, por supuesto. Pero la época en la que terminas la Selectividad —justo cuando lo hice yo— y la de después de terminar una carrera son las mejores. Se trata de dos épocas en las que estás en una transición importante en tu vida, en las que tienes que averiguar cuál va a ser tu siguiente paso. Y, por supuesto, es una forma de “pausar tus estudios” sin hacerlo realmente, porque sigues aprendiendo. Además, la única forma real de aprender un idioma es vivir en el extranjero, usarlo a diario y asimilar expresiones nativas que aprendes en destino.»