Enviar a tus hijos a estudiar al extranjero, ¿sí o no?
Enviar a tus hijos a estudiar al extranjero es una decisión difícil y meditada por los padres. Pero hay experiencias que un joven tiene que vivir y disfrutar, y un viaje de estudios al extranjero es una de las mejores. Con tan solo 14 años, Ángela García viajó a Hastings, Inglaterra y deseando repetir, volvió en 2018 a Sídney.
Entrevistamos a Ángel, padre de Ángela:
¿Cómo fue el momento en qué Ángela os dice que quiere viajar al extranjero con un programa de EF?
En realidad, Ángela no fue quien nos propuso el viaje al extranjero con EF, fuimos su madre y yo quienes pensamos que aprovechar el verano para aprender inglés de una forma más dinámica iba a ser una gran oportunidad. En cuanto a decidir en qué empresa debíamos confiar, preguntamos a amigos que ya habían mandado a sus hijos al extranjero, y la que más nos gustó y encajó con nuestros criterios fue EF, por lo que decidimos mandar a nuestra hija mayor y al año siguiente a Ángela.
¿Fue fácil el proceso desde que elige el destino hasta que empieza su viaje?
El proceso puede llegar a ser largo, pero no difícil. Elegir el destino fue decisión de Ángela que, guiada por la experiencia de su hermana eligió ir a Hastings (Inglaterra) en su primer viaje con EF. En cuanto al segundo destino, eligió Sídney, ya que, al ser más mayor, quería irse a una ciudad diferente con oportunidades que le permitirían desarrollarse como persona.
En referencia a la logística, EF está muy pendiente de que todo salga bien, organiza reuniones, manda e-mails informativos y dispone de una plataforma digital para que no se olvide ningún documento importante.
Otra gran ventaja de este periodo, es la motivación con la que contó mi hija al saber que, si se esforzaba durante el año, tendría una gran recompensa en verano.
¿Cómo volvió Ángela de su viaje?
Volvió con pena, conoció a gente de todas partes del mundo con los que convivió un mes, y el despedirse siempre cuesta, pero sobre todo, llegó feliz, con mil aventuras y anécdotas que contar ,con un nivel de inglés muy mejorado y con una actitud ante el idioma muy diferente a la que tenía cuando empezó el viaje, ya no lo ve como una asignatura más.
Tiene muchas ganas de repetir, ¿por qué crees que quiere volver a viajar?
Yo creo que este tipo de viajes a esta edad son esas experiencias que te enseñan muchas cosas de golpe y, te marcan para siempre. El querer repetirlas es señal de búsqueda y ganas de aprender y conocer más, y a mí me encanta que mi hija haya encontrado esa fuente de vivencias en EF.
¿Creéis que enviarla fue una buena decisión?
Sin duda alguna ha sido abrir una puerta clave en su desarrollo. Su experiencia no terminó cuando volvió de Inglaterra. En Madrid colabora con EF y participa en actividades que la realizan como persona.
¿Qué consejo le darías a un padre que te está leyendo en este momento y tiene miedo de enviar a sus hijos a estudiar fuera?
Pues que no tenga ningún miedo, la única forma de aprender un idioma es con una inmersión total en el país. EF facilita mucho la integración de los niños en los grupos ya que son jóvenes muy plurales.