“Un curso de idiomas en el extranjero es, sin duda, la mejor inversión que unos padres pueden hacer por sus hijos”
Laura, la hija de José Manuel González, viajó a Santa Barbara durante un año para estudiar inglés cuando apenas tenía 17 años. Hablamos con él para que nos cuente, desde su perspectiva de padre, cómo vivió y qué ha supuesto para él y para Laura vivir una experiencia de estas características.
¿Cómo surgió la idea de que su hija hiciera un año en el extranjero?
Después de acabar el Bachillerato y hacer la Selectividad, Laura no sabía qué hacer, qué carrera estudiar. A su familia no nos gustaba la idea de que se pusiera estudiar algo porque sí, así que pensamos que vivir una experiencia de un año en el extranjero sería una buena manera de aprender un idioma y encontrar su vocación. Así que decidimos “castigarla” (ríe) y mandarla a Santa Bárbara.
¿Por qué tan lejos y no en una escuela cerca de casa?
Porque el inglés que aprendes en una academia es solo eso. No lo puedes poner en práctica igual que si lo aprendes en el lugar de origen. Marchándote al extranjero sumas dos cosas: el aprendizaje y la experiencia de una vivencia de este tipo. Es estar en el entorno, interactuar con la cultura. Fue genial que Laura fuera pequeña, tenía apenas 17 años cuando la despedimos en el aeropuerto.
¿Por qué dice que fue una suerte que fuera tan joven?
Porque, aunque teníamos miedo a la distancia (Estados Unidos está a muchos kilómetros de distancia) la realidad es que con las nuevas tecnologías la sentíamos muy cerca. Vivir una experiencia así con 17 años la forzó a enfrentarse a “problemas” cotidianos por sí misma, poner mucho de su parte para solucionarlos y entenderlos, y esto ha sido muy positivo. Aunque siempre estuvo muy apoyada por su familia de acogida y conoció a mucha gente. ¡Ahora tiene amigos de todo el mundo!
¿Cómo ha beneficiado a su hija Laura vivir un año en el extranjero?
Ahora con 22 años ya tiene su carrera acabada, como muchos chicos y chicas de su edad, pero además domina el idioma de maravilla. De hecho, con el nivel que alcanzó tras su Gap Year, ha podido estudiar una carrera bilingüe ¡y ahora se la rifan en los trabajos!
Por lo tanto, saber inglés la está ayudando a diferenciarse entre sus compañeros de profesión…
Totalmente. El inglés es súper importante para el futuro laboral de nuestros hijos. Lo veo diariamente en mi trabajo, de todas las entrevistas nuevas que se hacen para incorporar a gente, el inglés es un requisito casi indispensable. Y no es lo mismo aprenderlo en una academia que in situ. Los jóvenes que lo han hecho en un entorno internacional están mejor valorados.
Para acabar, ¿qué les diría a esos padres que todavía no se atreven a mandar a sus hijos al extranjero?
Les animo completamente a que lo hagan, que permitan a sus hijos vivir la misma experiencia que Laura. Es un esfuerzo económico y la distancia pesa, pero sin duda es la mejor inversión que unos padres podrán hacer nunca por sus hijos.