Cómo aprender un idioma puede ayudarte a superar el fracaso escolar
El fracaso escolar es un problema complejo que afecta a muchos países, incluyendo España. Aunque las tasas de abandono escolar han disminuido en las últimas décadas, aún persisten desafíos significativos en el sistema educativo español. En este contexto, esta circunstancia puede ser el resultado de una variedad de factores. Algunos de los motivos más comunes que contribuyen a este problema son la falta de recursos económicos, problemas familiares, dificultades de aprendizaje, falta de motivación o problemas de salud mental, como la ansiedad o la depresión.
Es importante abordar estas causas de manera integral y colaborativa, involucrando al profesorado, a los padres y madres, a profesionales de la salud y a la comunidad en general para proporcionar el apoyo necesario y crear un entorno escolar que promueva el éxito académico y el bienestar del conjunto del alumnado.
En este sentido, desde EF queremos arrojar algo de luz al asunto. Y es que el aprendizaje de un idioma extranjero puede tener un impacto significativo en el rendimiento escolar y el desarrollo cognitivo de los estudiantes y las estudiantes. En este artículo, vamos a explorar cómo mejorar el bajo rendimiento académico mediante el estudio de un nuevo idioma.
Causas de bajo rendimiento escolar
Como avanzábamos al inicio del artículo, existen distintos motivos que se asocian a un bajo rendimiento escolar. Vamos a explorar algunos de ellos en profundidad:
· Factores socioeconómicos: la falta de recursos económicos puede traducirse en carencias, como acceso limitado a materiales educativos, falta de apoyo familiar, vivienda inestable o estrés financiero. Todo ello, puede afectar negativamente el rendimiento académico.
· Problemas familiares: los problemas en casa pueden distraer a los niños y niñas de sus estudios y dificultar su capacidad para concentrarse en el colegio.
· Dificultades de aprendizaje: algunos desafíos específicos del aprendizaje, como dislexia, TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad), discalculia o trastornos del espectro autista, pueden interferir en la capacidad para procesar y retener información de manera efectiva en el entorno escolar.
· Falta de motivación: una falta de sentido de propósito o conexión con el material de estudio pueden desembocar en dificultades para mantener el compromiso con los estudios.
· Problemas de salud mental: la ansiedad, la depresión, el estrés crónico y otros problemas de salud mental pueden dificultar la concentración, el manejo del estrés y la interacción social, lo que puede interferir con el aprendizaje y el éxito escolar.
· Falta de apoyo educativo: los estudiantes o las estudiantes que no reciben el apoyo adecuado en casa o en el colegio, pueden tener dificultades para alcanzar su máximo potencial académico.
· Problemas de comportamiento: La conducta disruptiva, la falta de disciplina o el comportamiento desafiante pueden interferir con el proceso de enseñanza y aprendizaje en el aula, lo que dificulta la experiencia educativa.
El impacto del aprendizaje de un idioma en el desempeño académico
En un mundo cada vez más globalizado, dominar un segundo idioma se ha convertido en una de las habilidades más demandas. Sin embargo, más allá de las ventajas comunicativas y laborales que conlleva, el aprendizaje de un idioma extranjero puede tener un impacto significativo en el rendimiento escolar y el desarrollo cognitivo de los estudiantes. Explorar esta relación puede arrojar luz sobre cómo mejorar el bajo rendimiento académico mediante el estudio de un nuevo idioma.
· Fomento de habilidades cognitivas:
El proceso de aprender un idioma involucra una serie de habilidades cognitivas fundamentales, como la memoria, la atención y la resolución de problemas. Los estudiantes que se comprometen con el aprendizaje de un idioma no solo están adquiriendo nuevas palabras y estructuras gramaticales, sino que también están ejercitando su cerebro de manera significativa. Estudios han demostrado que estas habilidades cognitivas fortalecidas se traducen en un mejor desempeño en otras áreas académicas, como matemáticas, ciencias y lectura.
· Estímulo de la flexibilidad mental:
El aprendizaje de un idioma extranjero requiere que los estudiantes y las estudiantes se adapten a nuevas reglas gramaticales, vocabulario y estructuras lingüísticas, lo que fomenta la flexibilidad mental y la capacidad de pensar de manera creativa. Esta habilidad para cambiar entre diferentes sistemas lingüísticos y culturales se asocia con una mayor agilidad mental, lo que puede mejorar la capacidad de los estudiantes y las estudiantes para resolver problemas complejos y pensar de manera crítica en todas las áreas del currículo escolar.
· Mejora de la atención y la concentración:
El proceso de aprender un nuevo idioma también requiere una atención sostenida y una concentración intensa. Los estudiantes y las estudiantes deben prestar atención a los detalles del idioma, como la pronunciación, la gramática y el significado, lo que fortalece su capacidad para concentrarse en tareas académicas y mantener el enfoque durante períodos prolongados de tiempo. Esta mejora en la atención y la concentración puede ser especialmente beneficiosa para luchar contra el bajo rendimiento escolar debido a dificultades de atención o falta de motivación.
· Promoción de la conciencia intercultural:
El aprendizaje de un idioma extranjero no solo implica el dominio de una nueva forma de comunicación, sino también la comprensión de una cultura diferente. Al explorar las costumbres, tradiciones y perspectivas de otras culturas, los estudiantes y las estudiantes desarrollan una mayor conciencia intercultural y una comprensión más profunda del mundo que les rodea. Esta sensibilidad cultural puede mejorar su capacidad para relacionarse con personas de diferentes orígenes y perspectivas, lo que puede enriquecer su experiencia educativa y promover un mayor compromiso con el aprendizaje.
En este sentido, salir a estudiar un curso escolar en el extranjero puede ofrecer grandes beneficios para aquellos estudiantes y aquellas estudiantes que enfrentan dificultades académicas. Esto es, al ofrecer un entorno educativo estimulante, experiencias enriquecedoras y oportunidades de crecimiento personal que pueden suponer un cambio positivo en su trayectoria académica y profesional.