Un año escolar en el extranjero: una puerta a las mejores universidades
Tal y como hemos hablado en otras ocasiones –puedes volver a ojear los beneficios de cursar un año escolar en el extranjero en nuestro artículo, las oportunidades de futuro son uno de los motivos más decisivos para que tanto los padres como los jóvenes se decidan a emprender esta aventura educativa a una edad tan temprana.
Porque no cabe duda de que una experiencia internacional en la etapa escolar abre muchas puertas. Además de la principal, que es el idioma -al final del curso escolar, el alumno o alumna adquiere la habilidad de hablar, leer y escribir en inglés con naturalidad y fluidez-, la red familiar y de amistades desempeñan un papel crucial de cara al futuro. En este intercambio nacen familias globales y se crean lazos que perduran en el tiempo.
En definitiva, cursar un año escolar en el extranjero permite poner la primera piedra de una carrera laboral, que puede ser tanto internacional como nacional, con ventajas académicas demostradas.
¿Cómo te puede ayudar un año escolar en el extranjero a entrar en las mejores universidades?
Puede que todavía no te hayas planteado qué puede hacer por ti salir un año a estudiar en el extranjero. Un nuevo instituto, cambio de idioma, otra familia, estar lejos de tu hogar…Todo ello puede dar respeto e, incluso, miedo si lo piensas mucho. Pero, como en todo en la vida, a veces es mejor lanzarse a hacer algo que sabes a ciencia cierta que será bueno para tu “yo del futuro”. Aunque sea con miedo.
Y eso es lo que suele ocurrir cuando un o una joven se plantea, junto a su familia, realizar un intercambio de un año en un instituto de otro país. Así que vayamos al futuro por un rato y veamos qué es lo mejor que puede ocurrir tras esta temporada fuera de casa:
· Aprendes inglés. Tal y como se puede apreciar en la clasificación del nivel de inglés por
países que realiza EF anualmente, en función de la puntuación promedio entre todos los estudiantes que realizaron el examen inglés online: EF SET, actualmente España cuenta con un nivel de aptitud medio y aún roza la cola de Europa. Estos datos demuestran que adquirir un buen nivel de inglés hablado y escrito es una de las asignaturas pendientes de la mayoría de los alumnos de secundaria en nuestro país. Por ello, el hecho de tener esos conocimientos, ya supone una habilidad que destaca por encima de otros perfiles.
A través de un intercambio escolar en el extranjero te encuentras viviendo en otra lengua y otra cultura. Esto obliga a poner mayor atención y mejora la comprensión y la fluidez.
· Subes tu media. Por otro lado, el plan de estudios y los métodos de enseñanza varían mucho de un país a otro, con más proyectos prácticos y tareas grupales. Estos cambios pueden ayudarte a asimilar mejor los conocimientos y obtener mejores resultados.
· Descubres tu vocación. Es una oportunidad de escoger materias que despierten tu gran pasión oculta o que saquen a la luz habilidades que desconocías que tenías. Tanto en USA, UK como en Irlanda, las asignaturas de libre elección son muy variadas y diferentes con respecto a la oferta de España. Además, muchas de ellas están, en gran parte, orientadas a la práctica. Esto anima a los estudiantes a probar cosas nuevas que pueden guiarles hacia su futuro profesional.
· Creas fuertes vínculos con compañeros y familia. Si una cosa se ha demostrado en los más de 50 años que EF lleva enseñando idiomas en el extranjero, es que los lazos que se crean en esta etapa vital son de por vida. Entras a formar parte de una red global de alumnos que ofrece grandes oportunidades, como asistir a workshops y encuentros con antiguos alumnos. Y es precisamente esta red de contactos internacional otro de los puntos fuertes de la experiencia. Personas que siempre van a ir de tu mano para acogerte, ayudarte, e incluso ponerte en contacto con personas que ayudarán a dibujar tu futuro laboral.
· Ganas en madurez e independencia. Es una experiencia transformadora a nivel académico –vuelves bilingüe y debes aprobar todas las asignaturas- y personal, en la que te haces responsable y aprendes a realizar por ti mismo/a el papeleo y el seguimiento de tu estancia en el extranjero. Este tipo de estancias lejos de casa son un gran reto, pero ello las convierte en un momento único de aprendizaje y crecimiento. Y la buena noticia es que siempre saldrás ganando, porque todo lo vivido y aprendido te lo llevas para siempre como desarrollo personal.
Todo ello te permite llegar a la línea de salida hacia la universidad con una clara ventaja académica y curricular que se verá reflejada en las calificaciones para escoger universidad. Y si lo que quieres es continuar tu experiencia fuera, este año actuará como un trampolín para continuar formándote en ese, u otro, país, ya que, una vez allí y con todo lo aprendido, te será muy sencillo llevar a cabo el proceso de inscripción en la universidad en la que sueñes estudiar en el extranjero.
¿Y tú, quieres llegar a la universidad con los deberes hechos? ¡Toma ventaja con un curso escolar en el extranjero!