Cómo un Año escolar en el extranjero puede cambiar la vida de un adolescente de 16 años
A los 16 años el mundo puede parecer muy pequeño. A pesar de que vivimos en la era más conectada y con mayor capacidad de adquirir información a nivel global, 1 de cada 3 adolescentes estaría haciendo un uso problemático de estas tecnologías, según un informe de Unicef España. Es decir, que pasan un número de horas muy elevado en internet y las redes sociales, y que eso afecta de forma negativa en su día a día: educación, relación con su familia y amigos, desarrollo personal en otros ámbitos, etc.
En los últimos años, son muchos los estudios que han profundizado en la salud mental de la juventud española. Algunos datos que llevan a la reflexión son:
· El Grupo de Trabajo sobre Salud Mental en la Infancia y Adolescencia, de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepep) contabilizó un aumento de hasta un 47 % en los trastornos de salud mental en menores. Desde el 2019, los casos de ansiedad y depresión, así como los diagnósticos de TDAH se han multiplicado por tres. Las cifras del suicidio, crecen alarmantemente entre este sector.
· El porcentaje de niños y adolescentes que se siente triste, preocupado o infeliz se ha disparado del 19,5 al 32,2% entre 2019 y 2022, mientras que ha bajado su actividad física, su seguimiento de la dieta mediterránea o sus horas de sueño, según los resultados preliminares del estudio Pasos, realizado por la Gasol Foundation.
Y es que la adolescencia es el periodo de la vida en el que realmente se comienza a aprender sobre el mundo en el que se vive, y a encontrar un lugar propio en él. Este aprendizaje conlleva que demanden nuevas experiencias excitantes. Y es tarea de los adultos (padres, tutores, familiares más cercanos, etc.) guiar este camino, en el que la educación será el pilar clave que mantendrá su paso siempre estable.
Dentro del gran pilar educativo, es necesario escoger rutas que les permitan aprender y, al mismo tiempo, desarrollar su personalidad. Por ejemplo, a través de los idiomas: Un Año escolar en el extranjero es una experiencia única de aprendizaje de otra lengua y también una manera increíble de conocer mundo, madurar y ganar seguridad en ellos mismos y mismas.
Un curso escolar en el extranjero: Un emocionante viaje hacia la madurez
La mejor parte de la adolescencia es que tienen toda la vida por delante. Un mundo de posibilidades a su alcance. Y, aunque cada persona es diferente, desde EF hemos recopilado algunos de los cambios que han experimentado los alumnos que han realizado un año escolar en el extranjero en un instituto de otro país en las diferentes áreas de su vida:
· A nivel familiar y social, vivir un año fuera de casa durante la adolescencia supone que se
sientan y les vean de forma diferente. La mayoría afirma que, al volver a casa, su entorno les trata como adultos. Hay una madurez evidente que se hace patente incluso en relación a las amistades. En este periodo se dan cuenta de lo que les interesa y quieren de verdad y muchos de ellos, en esta transición, encuentran nuevas amistades que casan mejor con ellos y ellas y son capaces de desprenderse de otras personas que ya no les aportan lo que necesitan en este momento. Es decir, aprenden a escoger lo que es mejor para ellos y ellas.
· Con respecto a los idiomas, el simple hecho de viajar te obliga a afinar más el oído para comprender a los demás y te incita a expresarte como un local para poder comunicarte con ellos. Y todo esto, sin darte a penas cuenta, te hace extrovertido o extrovertida. Y es que el objetivo de este intercambio es que los y las jóvenes adquieran un nivel de inglés nativo, y esto, según su experiencia, se consigue “espabilando”. Además, el hecho de estar en un destino desconocido propicia que te importe menos lo que piensen los demás y esto, automáticamente, te hace ganar confianza en ti mismo o misma.
· Influencia de internet y las redes sociales. Un cambio importante es que los alumnos y alumnas coinciden en que utilizan menos el móvil tras volver de su intercambio. Esto es, su mundo interior y social se ha expandido y no tienen tanta necesidad de encerrarse en el mundo digital para disfrutar de la vida. Tienen más claro lo que les gusta y, cuando utilizan las redes, dan likes al contenido que les gusta para que el algoritmo se lo muestre más veces.
· Una vida en un año. Un tiempo de superar retos y aprender a creer en uno o una misma. Aunque, como toda novedad, presenta partes más amargas, los alumnos y alumnas cuentan que en este intercambio “te vas con una familia y vuelves con dos”. Y la palabra que lo resume es: Espectacular.
De nuevo, coinciden en admitir que un año escolar en el extranjero con EF es una experiencia ideal para salir de tu zona de confort, arriesgarse y vivir cosas nuevas.