10 razones para no empezar la uni directamente ¡y aprovechar el tiempo al máximo!
¿Has hecho las pruebas de acceso a la universidad o EBAU? ¡Enhorabuena! Es un momento clave en la vida de todo estudiante. Ya puedes despedirte del instituto (sí, nunca lo hubieras imaginado, pero da pena) y empezar tu nueva etapa como adulto o adulta y… ¿Universitario o universitaria?
Si es así, y lo que quieres, sin ninguna duda, es empezar cuanto antes tu vida universitaria, ¡adelante! Y si no sientes que ese sea tu camino, al menos no en seguida, ¡también está bien! Hay vida más allá de la universidad, y probar distintas opciones puede abrir un mundo de aprendizajes únicos.
Por ello, queremos darte 10 motivos por los que retrasar la entrada en la universidad puede ser una gran idea:
1. Descubrir a qué te quieres dedicar en el futuro. Darte un año de descanso de la vorágine de los últimos cursos, donde todo giraba alrededor de unos objetivos y un temario concreto, puede ser una forma de tomar perspectiva, investigar o consultar con expertos para tomar una decisión más consciente.
2. Conocerte a ti mismo o misma. Salir de tú “yo instituto” y enfrentarte a tú “yo adulto” es un proceso un poco chocante que necesita de un tiempo de reflexión. Pero es imprescindible para labrarte un futuro sólido.
3. Viajar. Existen oportunidades muy económicas diseñadas para jóvenes que quieren ver mundo antes de empezar su carrera universitaria. Conocer gente, nuevas culturas, vivir experiencias y un montón de oportunidades perfectas para este momento vital.
4. Ahorrar. Quizás es una buena ocasión para encontrar un trabajo temporal mientras vives en casa de tus padres y construir una cuenta de ahorros para costearte la carrera que quieres, independizarte, viajar o simplemente tener un pequeño colchón para el futuro.
5. Ayudar a los demás. Hacer un voluntariado puede ser un aprendizaje sin igual. Prestar tiempo a los demás para mejorar un poquito su situación quizás cambia tus valores y moldea tu idea de futuro.
6. Subir la nota. Si te has quedado a las puertas de la universidad de tus sueños, dedicar este año a intentarlo de nuevo será una gran inversión.
7. Escribir. ¿Siempre has pensado que llevas un escritor dentro? Es un buen momento para averiguarlo. Puedes formarte a través de un curso presencial u online o, directamente, lanzarte a redactar.
8. Aprender a hacer eso que siempre has querido. Un oficio artesanal, un hobby, un deporte… Las opciones son infinitas. Ahora puedes dedicar ese tiempo y, quién sabe, quizás encuentras otra vocación distinta a la que imaginabas.
9. Pasar tiempo con tu familia. Puede parecer simple, o una “pérdida de tiempo”, pero piensa en si hay alguien de tu entorno más cercano que pueda necesitar tu ayuda o tu compañía. O, simplemente, intenta disfrutar de ratos de calidad con tus seres queridos antes de lanzarte a un mundo que va muy de prisa.
10. Aprender un idioma. Pero aprenderlo de verdad, viviendo en el extranjero. Es algo para lo que después nunca se tiene el tiempo suficiente, y lo acabamos dejando. Dedicar un año a hablar inglés, o un tercer idioma, es una inversión segura de futuro.
Además, con el Gap Year de EF puedes escoger este motivo y, de paso, cubrir muchos de los que hemos mencionado arriba, como por ejemplo viajar, conocerte a ti mismo o misma, ayudar a los demás, escribir, etc. En realidad, puedes hacer todo lo que quieras mientras estudias y vives en la ciudad que elijas entre 50 posibles destinos, con alojamiento incluido.
Si te han gustado estas ideas, infórmate de todos los beneficios de hacer el Gap Year de EF y empieza ya a escribir tu propia lista de motivos para retrasar la entrada en la uni.